Un cantautor extranjero de feliz memoria, le escribio una cancion a Caracas, la ciudad de la que se enamoro perdidamente…
“Para cantarte a ti puse al arpa,
todas las cuerdas de oro.
Para cantarte a ti, mi garganta
recogio un ruiseñor.
Para cantarte a ti, mi Caracas
Le he pedido al poeta
que le ponga a mi verso
toda su inspiracion”
Esta persona siendo Dominicano de nacimiento, pidio que en vez de una oracion sobre su tumba se tocara el ultimo compas de “Alma Llanera” (cancion conocida como el segundo himno nacional de Venezuela). El nombre de este cantautor es Luis Maria Frometa Pereira (Billo Frometa, su nombre artistico). Mas venezolano que una arepa con queso blanco. Puedo entender su motivacion, su deseo porque las mas sublimes palabras fueran dedicadas a algo que el consideraba tan especial.
Respetando las distancias que me apartan de un maestro como Billo’s, yo intentare hacer lo propio a traves de esta entrada, no por una ciudad. Por una persona, creo que la mas influyente que Dios me ha dado el privilegio de conocer. Yo no pediria ponerle al arpa cuerdas de oro porque no toco el instrumento, ni recogeria ruiseñores porque no canto ni el bingo… pero si le pido al Dueño de toda la poesia universal que le conceda a mis palabras inspiracion de lo alto para derramar mi corazon en esta entrada aunque nunca llegara a abarcar explicar mi sentimiento.
Robert Murray McCheyne escribio algo que en lo personal, pienso lo describe (recomiendo leer el siguiente parrafo varias veces antes de continuar):
“La gloria y eficiencia del evangelio se apoyan en los hombres que lo proclaman. Dios proclama la necesidad de hombres para usarlos como el medio para ejercitar su poder sobre el mundo, con estas palabras:<<Porque los ojos del Señor contemplan toda la tierra, para sondear a los que tienen corazones perfectos para con El…”>> (2 Cronicas 16: 9). Esta verdad urgente y vital es vista con descuido por la gente de nuestra época, lo que es tan funesto para la obra de Dios como sería arrancar el sol de su esfera, pues produciría oscuridad, confusión y muerte. Lo que la Iglesia necesita hoy día, no es maquinaria más abundante o perfeccionada, ni nuevas organizaciones ni métodos más modernos, sino hombres que puedan ser usados por el Espíritu Santo: hombres de oración, poderosos en la oración. El Espíritu Santo no pasa a través de métodos sino de hombres. No desciende sobre la maquinaria, sino sobre los hombres. No unge a los planes sino a los hombres: LOS HOMBRES DE ORACION”
Llego a mi vida en mi niñez, despues nos perdimos la pista uno al otro hasta mi adolescencia. Ahora despues de los años de camino juntos entiendo que no se trato de una grata coincidencia. Dios me tenia reservado con el, una filiacion que solo se podia gestar en el cielo. Alabo a Dios por mi buena fortuna y bendicion.
Supe que queria servirle a Dios, cuando vi su deseo anhelante por desgastarse en el servicio al Rey. Supe que queria ser integro, cuando vi su corazon agradecido por la alegria de hacer lo correcto AUN CUANDO NADIE LO ESTUVIERA VIENDO, Supe que no habia otra opcion que procurar la santidad cada vez que lo vi crucificando sus planes y sueños personales por la obediencia a Dios y Su Palabra. Jesucristo me dio vida, el fue el instrumento para mostrarmelo.
No puedo contar las veces que me ha enseñado el camino correcto, cuantas me ha corregido, cuantas veces me ha perdonado sacramentalmente como sacerdote y personalmente como amigo, las veces que me ha levantado cuando decaen mis fuerzas, las lagrimas que hemos compartido juntos de alegrias y de tristezas. Imposible contar las tardes de conversacion, los viajes juntos, los dias de servicio juntos. Tanto ha sido y tanto me ha dado que dificilmente recuerdo como era mi vida antes de su amistad, una filiacion que repito, solo pudo haber nacido del cielo.
Con perdon de mis padres y mi hermana a quienes extraño cada dia de mi existencia viviendo lejos, mis amigos que son muchos y que amo profundamente en Cristo. Todos ellos saben que lo que mas me ha costado, es dejar de verlo cada dia, pues cada dia (aunque fuese una conversacion trivial) es una enseñanza con el. Servir a su lado, cansarme junto a el en los inventos que Dios nos encomienda… . Quienes tengan el privilegio de conocerlo de cerca saben que no exagero NI SIQUIERA UNA COMA en mis palabras.
Le ha hecho tanto bien, a tanta gente, en tantos lugares diferentes… Me contenta tremendamente las miles de personas que se, oran por el diariamente e interceden por su vida y ministerio, como lo hago yo. La sencillez de su predicacion cautiva a los niños pequeños y a los hombres en eminencia. Se que solo es posible por el Espiritu Santo que obra… pero si no doblegara cada dia su voluntad a la, a veces tierna, a veces firme, conduccion de Dios en su vida se que con respecto a la mia muy probablemente yo no seria hoy la persona que soy. Es cierto que el designio de Dios determino desde la eternidad que yo conociera y amara a Jesus… pero hacerlo con el de “COACH”: como dice la cancion, QUE DETALLE SEÑOR, HAS TENIDO CONMIGO.
Robert Murray McCheyne vivio solo 29 años (1813-1843) y tenia razon en el tiempo en que vivio tanto como la tiene hoy… “la iglesia necesita hoy hombres de oracion“. Yo conozco a uno y despues de tanto tiempo, no deja de sorprenderme lo autentico que es y lo maravilloso que es llamarle “amigo”, “hermano” o “padre”.
G R A C I A S ! ! !
P.D.: Quise nombrarlo… pero despues pense: ES INNECESARIO!!!