Concedida por Dios…

(Casi) Cuatro años de ausencia… sólo algo o alguien especial podía romper el silencio en mi blog personal. Esta entrada esta dedicada a ella… estoy seguro de que la va a leer. Quizá no del modo convencional pero creo firmemente en que si la gente que la conoció y estimó, la recuerda… mi mamá está presente en ese recuerdo. Así querido lector, cuando te encuentres con ella en tu recuerdo mientras lees mi carta de HASTA LUEGO… dile con este escrito que estoy bien y que espero mucho el momento en que la pueda abrazar de nuevo. Advierto a los que sólo la conocieron ‘de lejitos’ que quizá esto sea demasiado largo para ti… te hago el favor de advertirte para que dejes de leer ahora mismo y sigas dandole al dedito para arriba y para abajo buscando algo interesante que leer en tu Facebook o Instagram.

Mi abuelo Ramón y mi abuela Alicia no pudieron tener mejor tino en ponerte el nombre mami. De origen hebreo, ‘Amaris’ significa “concedida por Dios” o “dada por Dios”. Si alguien alguna vez tuvo el nombre bien puesto… esa fuiste tú! Que regalazo del Altisimo recibimos en ti. El libro de Job (Job 1:21) dice: “Dios dio y Dios quitó, bendito sea el Nombre del Señor”. Hoy escribo para bendecir el nombre de Dios porque te llamó y no nos dio la oportunidad de que durmieras en el cuarto de nuestra casa que tantas ganas tenias de visitar. Su fidelidad es para siempre mami… ahora llenas, no el cuarto de huéspedes sino toda la casa con tu eterna necesidad de hacer un arreglito para guindar. Sus planes son mejores que los nuestros. Ahora estas aquí sin visa que expire ni pasaporte por renovar.

Mucha gente querida me ha dicho que ‘espere el momento en que me voy a derrumbar extrañándote’. Interesantemente, ahorita estoy haciendo todo lo humanamente posible para que pase y no pasa. Escribo sentado en un Starbucks, y en mis audífonos escucho LÁGRIMAS de José José. Cuando era niño, te recuerdo haber llegado a casa con ese long play… crecí poniéndolo en el tocadiscos para ti y aprendí a apreciarlo (hasta el día de hoy gracias a ti y a mi papá, fui un viejo prematuro. Juan Gabriel, Sandro, José José, Los Ángeles Negros y José Luis Rodriguez son como ídolos de la música para mi). Esa canción inunda mi alma de recuerdos pero todos son bonitos y no me dejan derramar una lágrima por ti (al menos no de tristeza). Podría contarte tantos recuerdos que tengo grabados en mi mente y que nunca te explique como influenciaron mi vida de niño e impactaron la persona que hoy soy. Como tengo todo el tiempo del mundo voy a contarte tres:

  • Cada fin de semana, era una rutina tan divertida ir a casa de mi abuela Alicia y mi Abuelo Ramón… No por las peliculas de Super Ratón que mi Abuelo nos tenia preparadas en el VHS, no por las galletas encima de la nevera que mi abuela administraba, no por los helados que vendía mi tía Coromoto, que nos comíamos y nunca pagábamos (a menos que tú lo hicieras a escondidas, cosa que no me extrañaría saber a este punto). Un fin de semana cualquiera, ¿quién sabe por qué? mi papa no nos llevó como siempre… nos fuimos en autobús y entre Guacara y nuestro destino, se desencadenó literalmente el diluvio universal. Llovían truenos y rayos y yo dentro del autobús pensaba: ahora estamos bien pero ¿qué haremos cuando nos toque bajarnos? tendría yo 5-6 años. Llevábamos los bolsos con ropa, más tu eterna cartera inmensa, más Lili, mas yo. Providencialmente, al tocarnos nuestra ‘parada’ había dejado de llover pero las calles estaban inundadas hasta más alto de los tobillos. ¿cómo íbamos a ‘chapotear’ agua hasta casa de mi abuela? Los que me conocen saben que siempre he estado en la categoría de ‘bien robusto’ así que cargarme no era una posibilidad… quizás a Lili, pero ¿y los bolsos? y ¿y tu carterón?. De donde sacaste fuerzas hasta el día de hoy me lo pregunto. Nos cargaste a mi, a Lili, a los bolsos, a tu cartera y ‘chapoteaste agua hasta llegar a casa de mi abuela’. Ese día aprendí que harías lo que fuera por evitarnos un inconveniente por menor que fuera. Fuiste consistente con ello hasta el último día. Ese día conocí para siempre de TU PROTECCIÓN
  • Ya habiendo superado la época en que me orinaba en la cama… tu paciencia en esa época no se comparaba ni siquiera con la estoica resistencia de aquel viejo colchón que tenia que ser ‘rotado’ diariamente para aguantar mi rio incontrolable. Fui del tipo ‘miedoso’ de niño y hubo una temporada en que los relámpagos me aterrorizaban. No eran frecuentes pero hubo una época en que prácticamente había tormenta cada noche. Eran tan fuertes, tan fuertes que una vez un rayo encendió nuestro televisor Zenith a color con tope de madera… fundiendo para siempre el botón de ENCENDIDO/APAGADO del aparato. Desde ese día, siguió funcionando (así de buenas eran las cosas de antes) pero para prenderlo o apagarlo teníamos que enchufarlo o desenchufarlo directamente con el cable al tomacorriente. Cuando irme a tu cuarto a acostarme en la alfombra cerquita de ti dejo de ser una opción… supongo (sólo supongo) que mi papa tuvo algo que ver con la prohibición, te dije que los relámpagos me asustaban y no me dejaban dormir. No dudaste en conseguir una solución. Conseguiste unas cortinas super gruesas y pesadas (como olvidar que eran azul pálido) y las pusiste a lo largo de toda el ventanal. Eran tan pesadas que el cortinero se arqueaba horrores y varias veces se vinieron para abajo cortinas, tubos, soportes, todo… pero eso no te detuvo. Pusiste refuerzos en el techo de concreto armado del apartamento con el taladro BLACK & DECKER ocre de mi abuelo. Las tormentas siguieron y el 90% del intimidante ‘flash’ de cada relámpago se disipó y yo pude dormir. Entendiste que debías pasar por ese inconveniente para hacerme sentir más confiado y ese día supe de TU COMPRENSIÓN
  • Tuve una bicicleta color naranja marca ‘CALOICROSS’. Era excelente pero es más lo que la recuerdo dañada que funcionando. Una de esas epocas en que funcionó, andando en la plaza me tropecé con los ‘niños malos’ de la Urbanización… yo no calificaba en ese grupo, era más de los ‘nerds’. Aprendes a la mala a mantenerte lejos de ellos pero ese día, envalentonado con mi CALOICROSS me mofé de dos de ellos y saqué mi cuenta rápida: yo tengo la bici y ellos andan a pie… me meto con ellos y no me atrapan ‘más nunca’. ERROR: las bicis de ambos estaban detrás de unos arbustos. Me metí con ellos y la adrenalina me hizo pedalear confiado sin voltear. Cuando pensé que los había perdido de vista volteé sólo para darme cuenta de que estaban a menos de medio metro de mi. Mi angustia era extrema. Mi única salvación era llegar a mi edificio, rezando que la reja estuviera abierta. Se me dió lo primero, pero no lo segundo. La paliza que me dieron estos rufianes!!! Tú estabas regando las matas y viste todo desde la ventana, tengo vivo el recuerdo de tu voz gritando: Déjenlo, Déjenlo! gritabas para salvarme, y creo que ladraste tan fuerte que después de dos o tres golpes y patadas salieron corriendo. Yo abrí la reja sin prisa, entre lágrimas (ya no había apuro en entrar… ya para qué) subí para encontrarme con tus brazos que me decían: Ya, ya, yo estoy aquí y te cuido. Lloraste conmigo y me hiciste café con leche… fue una tarde perfecta. Ese día tuve la certeza de TU AMOR.

Tres de miles… Como ves, fuiste y seguirás siendo una influencia poderosa en todo lo que hago y pienso. Nunca voy a dejar de ponerte como ejemplo de sacrificio y servicio abnegado. A los que me preguntan no les admito que el COVID te ganó. De hecho pienso que le pateaste el trasero lo mas que pudiste. No dejo de pensar en las conversaciones intimas que tuviste con el Señor esos últimos días en el Hospital y cuanta la certeza tengo de que fuiste ‘soltando’ lo que tanto te movía a quedarte aquí para aceptar la invitación que Él te hizo de ‘entrar en Su gozo’. Todos aquí estamos bien mami… todos te extrañamos y todos estamos procesando esto de maneras diferentes pero ninguno puede decir que no nos haces falta. Bueno que tu presencia física no nos hace falta sería más preciso decir. Sigues pintando de ausencia mis tardes quien sabe hasta cuando. Sigue retumbando en mi corazón tu última nota de voz en la que me dices que ‘nos amas y que le pides a Dios que nos bendiga’ (así en un eterno tiempo presente porque ya tu no estas sujeta a ese limitante).

Juan Francisco tiene razón al desear que dejes de ser una estrella y que regreses… pero nosotros los niños (como él y como yo) somos egoístas así que no nos prestes atención por favor, quédate allá y ve hablándole a Dios de nosotros y de los sueños que aún tenemos y quisiéramos ver materializados y que tantos de ellos hubiesen sido aún más maravillosos si nos hubieras podido acompañar tú pero… Él necesitaba a alguien PROTECTORA, COMPRENSIVA y AMOROSA en el Reino Celestial a donde seguramente te recibieron mi Abuelo Ramón, mis Abuelas Alicia, Josefina y Elisa (TATA) y finalmente habrás podido sacarte la espina de ‘sobarle la espalda’ a mi tío Chicho. En esa cama solitaria te sorprendió el regalo de la vida eterna. Dios te sanó, no del modo que nosotros pensabamos que sucedería pero en ese momento… te quitó el virus y te dió tu corona. El cielo puede no ser mejor lugar sólo porque tú llegases esa mañana pero te digo que el mundo se siente un poquito menos luminoso sin tu presencia. Llenabas demasiados espacios mami… ¡demasiados!

Me voy a encontrar contigo… lo sé. No se cuándo, ni cómo. Ese día creo que haré lo que hace Adrián cuando pasa por el frente de tu foto: susurraré TATAAAAA y me dirás DO YOU CRAZY? Ayúdame, intercede por mí delante del trono. Quiero portarme bien para hacer sonreir a Dios y para que cuando nos encontremos allá arriba me preguntes: ¿Lo lograste? te pueda contestar: CLARO TONTA!

Bendición…

Donde todo comenzó

Gracias a una conversacion casual con Yessica… recordé los bonitos años de cuando la empresa donde trabajó mi papá: Mantex, organizó campamentos vacacionales para los hijos de los trabajadores. No puedo recordar con exactitud de fechas… creo que fueron tres años seguidos y creo que yo hice uno más que Lili (el de aquel celebre viaje a Chichiriviche donde por primera vez dormí en cama portátil y tienda de campaña). He pensado mucho en estos dias acerca de “primeras veces”. Hoy pienso en la primera vez que flote en el agua… nunca fui “niño rico” de los que metían a clases de todo: Karate (aunque hice Karate), música (aunque tomé 4 o 5 clases de cuatro), arte (aunque hice cursos de pintura), ballet (gracias a Dios jamás me inscribieron en ballet…). Nunca tome clases de natacion. Aprendí a flotar en la piscina de Mantex, yo solito! Habían dos piscinas una “olímpica” y otra “para niños”. Crecí en la de niños: redonda y llana, cerca a los baños y cambiadores y cerca de la cocina donde mi papá nos compraba empanadas de “guiso”. Pero siempre veía la olímpica como la bestia de 7 cabezas que había que vencer. Esta piscina tenía en cada esquina de su lado menos profundo, unos escalones para entrar “poco a poco” y también como una especie de hendidura a lo largo de todo el perimetro de ella que supongo mandaba el agua a los filtros que mantenían la piscina limpia y retenía las hojas que caían de los árboles alrededor. Mis primeras victorias consistieron en escaparme del ojo vigilante de mi mamá y “sentarme en el primer escalón”. Era el dueño del mundo… el mundo entero me podía ver, era un gordito sentado en el primer escalón de la piscina con el agua apenas llegandome a los muslos aún estando sentado… pero para mí, técnicamente me estaba bañando en la piscina olímpica! El reinado se me acababa cuando mi mama se daba cuenta y decía “Juanca… para la otra piscina”.

Pero mi vida después de ese momento, ya había cambiado para siempre… era de los niños “que se bañaban en la piscina olímpica”. Mi gran hazaña sucedería poco tiempo más tarde (no ibamos tan a menudo al club… eso si se lo reprocho a mis papas porque donde esa piscina existía hoy hay un estacionamiento gigante que sirve al Centro Comercial Metropolis”). Esa mañana me había dicho que ya estaba bueno de “bañarme en la orilla”… era tiempo de conquistar, de “remar mar adentro”. Como era costumbre me salí de la piscina chiquita (tan llana que ni escaleritas para salirse tenía) con mi short anaranjado escurriendo agua y sosteniendomelo con las manos, cortesia de una liga medio-vencida y me senté como de costumbre en mi “trono” -bueno tecnicamente, mi escalón-. Desde allí, contemplé como Mufasa mis dominios y pensé que todo lo que tocaba el agua era mi reino… asi que ya era hora de “explorarlo”. Baje el segundo escalón, y con el agua a la cintura me invadio un frio que todavia recuerdo (no era de miedo, el agua estaba congelada!) Pero nada me iba a detener… el tercer escalón era mas alto que los dos que yo conocía y cuando mi pie no toco suelo me agarre muy fuerte de la hendidura del perimetro. Ahora aunque mis pies no tocaban el fondo, mis manos me sostenían y dije: “bueno y si paso de estos escalones a los de la otra punta?” Me aventuré mientras en mi cabeza como si fuera el soundtrack de una película se escuchaba “I believe I can fly, I believe I can touch the skies”… cuando llegué a la otra orilla no hubo tiempo para celebración, mi comite de bienvenida me esperaba: “Juanca… para la otra piscina” -Dijo mi mamá.

No sé, estaría en 2do grado tendría como 7 años… y ya el tema de saber nadar era un asunto de status! Si no sabías nadar pues, era como ciudadano de segunda y yo que siempre he tratado de encajar en toda conversacion o circunstancia sabía que tenía que hacer algo para ser miembro de esa “elite”. Analizaba gente moviendo manos y pies de manera sincronizada y cuando lo trataba de hacer en mi piscina chiquita me hundía… no entendía como hacían para mantenerse a flote y avanzar a la misma vez. Me daba cuenta que no había forma de descubrir o aprender a flotar en mi tibia (ya se imaginarán por que estaba siempre tibia en comparacion a la olímpica) y llana piscina de niños… este asunto tenía que figurarlo en los predios de mi nuevo reino. Así que observaba a otras niñas y niños mas grandes que yo, flotando y dije: esto debe aprenderse antes de nadar. Así que me bajé mis dos escalones y con una mano haciendo de ancla a la hendidura de la piscina intente flotar. Fueron muuuchos intentos precedidos de interminables “Juanca… para lo otra piscina” hasta que floté -siempre a la orilla de la piscina-, con mi mano siempre anclada al riel del perimetro. Esa fue mi primera vez… esto fue un par de años antes de los planes vacacionales. Cuando esa epoca llegó, ya era de los “niños superdotados” que podían nadar y bañarse solos en la piscina olimpica.

NÓTESE MI CARA DE AUTOSUFICIENCIA AL BORDE DE LA PISCINA EN UNO DE LOS PLANES VACACIONALES… OBVIAMENTE, ERA DE LOS QUE YA SABÍAN NADAR… (observe el detalle del riel en el que me anclaba para cruzar)

He recordado escribiendo esto, la importancia de las primeras veces. Reconocer que la vida cambia cuando te sientes incapaz de hacer algo y luego de intentarlo, te sale. Pienso inevitablemente en la primera vez que quise tener conscientemente relación con Dios. Fue en el Colegio Don Bosco, en el retiro de preparación para nuestra primera comunión… en ese tiempo no era yo capaz de ganar un concurso de popularidad pero nos pidieron que quienes quisieramos ser lideres abriéramos un grupo para que fuera nuestro equipo durante todo el retiro… pensé que nadie querría formar parte del grupo que yo abrí y para mi sorpresa fuimos 8 en total… no recuerdo todos sus nombres pero no puedo olvidar ni a Chahim ni a Romanov (que Dios los bendiga donde quiera que esten hoy). El grupo se llamo “Maria Auxiliadora de los Cristianos” -nada creativo siendo salesiano, jajaja- y ahí supe por primera vez que Dios si se interesaba por mí… no por mi grupo de catequesis, no por mi catequista Maria Eugenia, sino por mi. Aconteció esto los primeros dias de diciembre de 1988. Tenia ya casi 11 años. Poco menos de 30 años después recuerdo ese primer momento… y muchos primeros momentos en mi vida espiritual. La primera vez que fui invitado a servir en un evento (Aniversario de la Virgen del Socorro en la Monumental de Valencia), o la primera vez que P. Roberto me pidió que compartiera mi testimonio (Donde decidí convertir a Tito en apostol). Cada cosa implico miedo… cada acción supuso riesgo a fracasar. En todas, quise optar por la comodidad de no hacerlo y esperar que otro más hiciera lo que me tocaba sólo a mi. Gracias Jesús, por tenerme paciencia… aún hay cosas que se que tengo que hacer. Dame oportunidad y tenme paciencia mientras me ves sentado en mi primer escalon analizando como voy a hacer para lograrlo.

Por encima de todo, te doy las gracias de antemano porque sólo una cosa no escucharé de ti al final de mis primeros intentos… “Juanca… a la piscina chiquita”

El dilema de “dejarse caer”

Han habido cosas que, o bien no pude hacer, o no he podido hacer todavia por motivo de mi peso y contextura. No lo digo ni con orgullo ni con verguenza, peso mas de 400 libras (180 kilos). Hay algunas cosas para las que siento, especialmente ahora que me acerco peligrosamente a los 40 años, que ya no podria hacer ni perdiendo 50 kilos. Otras que se que poniendo algo de empeño podrían volver a mi lista de posibles. Siempre fui de esta contextura… nunca me he sentido limitado a hacer casi nada de lo que me haya provocado hacer. Recuerdo que alguna vez, a mi papa (que siempre marcaba el ritmo de casi todo en la casa y a quien siempre le daban temas medio extraños con la comida) le dio por “hacernos vegetarianos”, yo tendria 7-8 años, quiza en ese tiempo no fui “gordito” pero del resto, cuando le doy “play” al cassette de los recuerdos… en todos aparezco: como decia mi abuelo Ramon “bien maizia´o”…

El caso es que habian cosas que otros amigos y primos podian darse el lujo de hacer que yo nunca pude, esencialmente por el hecho de estar “excedido de encanto”. Habian carros de metal para “niños de tamaño normal” en los que nunca me pude montar ni manejar… sillas voladoras en las que la cadena de seguridad no alcanzaba a rodearme… Salvavidas inflables en forma de rosca que, o me ponia hasta debajo de los hombros o hasta antes de la cadera razón por la cual nunca pude flotar como los otros niños con un salvavidas a la cintura. Casi nunca pude usar franelas “de moda” porque la moda no incluía a niños “de mi talla”… NINGUNA de esas cosas me creo complejo, ya estoy “viejo” para eso pero, hay una que todavia quisiera hacer pero me da miedo… En inglés se llama “trust fall”… algo así como “dejarse caer con confianza”. Si escriben “trust fall fail” en youtube podran pasar un buen rato riendose… pero ese no es mi tema ahora. Si eres del 1-2% de la gente que no sabe de que se trata el “trust fall” lo explico en una oracion: te cruzas de brazos a espaldas de alguien y sin avisar, te dejas caer hacia atrás confiando que esa persona te atrapará antes de que caigas al suelo.

Ni de adoslescente, ni menos ahora de adulto me he atrevido a “confiarme”… esencialmente, por lo que he explicado anteriormente. Siempre fui el mas “fortachon” del grupo… decenas de gentes se confiaron a mi para que los “atajara” en un trust fall… pero era (y sigo siendo) demasiado pesado para que alguien me hiciera (o haga) un “trust fall’ a mi.

Hasta el dia de hoy no siento haber encontrado alguien que considere lo suficientemente fuerte como para decir “con este si lo puedo hacer sin miedo a que aparezca en la lista de resultados de youtube”… aunque si esa persona apareciera me lo pensaría muchisimas veces antes de hacerlo y tengo por seguro que si lo hiciera, le quitaría a Yessica el telefono de la mano antes, para evitar que grabe mi “potencial caída”.

Es tragi-comico como a veces nuestros conceptos humanos dirigen o influyen nuestra vida espiritual… Cometemos (Ok, voy a hablar en primera persona para evitar sonar mas inteligente que nadie). Cometo el error de pensar que mi relación con Jesucristo aunque es personal, no es “persona a persona”. Cuando realmente es “persona-Dios”. Entre una persona cuyas fuerzas, poder y auto-suficiencia son finitos como yo con un Dios que no conoce limitaciones, cuyo poder es inconmensurable y no necesita pedir favores porque todo lo puede. Hoy me he dado cuenta de las tantas veces que Dios me ha pedido hagamos un “trust fall” y he decidido no aceptar su invitacion… “déjate caer… Yo te atrapo”. Por el hecho de no haber nunca encontrado a nadie (ser humano comun y corriente) lo suficientemente fuerte para sostenerme, me cuesta -horrores- dejarme caer en El… que tonto pensar que Dios es un ser humano corriente. Hoy vi un destello de su gloria sobre nuestras vidas, fue un micro-segundo! Estaba como ha sido costumbre ultimamente, muy ansioso por el futuro… no me dejó ver lo que nos espera a mí y a Yessica… no es su estilo. En cambio me regalo “una instantanea”. La vision no duró tanto como para describirla en detalle pero ese microinstante fue suficiente… Hasta hoy me había preguntado por que me gustaba tanto una palabra en italiano… hoy finalmente lo entendí porque fue lo que Dios me concedió experimentar. Un “attimo”, un “brevissimo spazio di tempo”. Su etimologia viene del latin “atõmo” o “atomo”, eso me dio… eso me basto. TODO VA A ESTAR BIEN…

Me era dificil conciliar el sueño esta noche… hasta ese “attimo”. Me dijo con una imagen que duró una fraccion de segundo: “Dejate caer, aqui estoy yo” Lo hice y la sensacion fue como siempre imagine que seria: Emocionante! Cruce mis brazos espirituales, cerre los ojos espirituales y dejé que mi peso espiritual hiciera lo que a mi peso corporal aún no se atreve. Al momento de terminar esta entrada… bostezo pensando que despues de esto no sera complicado dormirme… dejarme caer ya no es un dilema… al menos espiritualmente!

Primera vez

Hace mas de dos años y medio, el 5 de diciembre de 2013 escribí una entrada… Se llamó 1124 días (si quiere leerla, le ayudará a entender esta antes de seguir.  Haga clic AQUI).  El destierro duro 5 años, 7 meses y 2 días.  Es algo que vale la pena mencionar luego de un año de silencio.  Volví a tener a Jesús Sacramentado en mis manos el 9 de junio de 2016 en St. Joseph’s Chapel en mi trabajo, el Centro Pastoral de la Arquidiócesis de San Antonio.  Ni siquiera intentaré describir mi gozo.  Fue accidental, no lo esperaba  no supe que serviría como ministro ni 2 minutos antes de que sucediera.  Como aquella primera vez, mi corazón latía tan fuerte que por momentos tuve miedo de que mis latidos se escucharán a través del televisor (la misa se televisa todos los dias a través del canal de televisión arquidiócesano Catholic Television of San Antonio -CTSA-).

Fue tan fuerte, tan real… Fue como la primera vez. Fue uno de esos momentos en los que odias “la costumbre” porque es justo ahí cuando recuerdas las muchas veces que pudiendo haber servido no lo hiciste y como sucede en cualquier actividad humana, en los sentimientos, en las relaciones, en las experiencias: la primera vez que lo vives, sientes que el alma se te escapa si abres la boca… Imposible explicar la emoción, el sentimiento… Luego viene una segunda y una tercera y una cuarta vez y lo que antes te dejaba sin palabras se vuelve rutina y te contagias de “costumbre”.  Ahhh pero esa mañana fue como la primera vez.

Hoy en Misa, al comulgar Jesús me lo recordó otra vez.  El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el adjetivo NUEVO como “Que se percibe o se experimenta por primera vez”.  Jesús le dijo a mi corazón: “Juan, yo hago todas las cosas nuevas”… Falto poco para llorar especialmente por lo que mi corazón sintio segundos antes de recordar esa realidad maravillosa.  Atendemos desde hace tres semanas a una parroquia al nor-oeste de San Antonio en la cual un sacerdote amigo es párroco… Me gusta mucho su predicación así que tenemos la firme intención de continuar yendo.  Antes debo decir con respecto a la Liturgia de la Palabra que es esencial para mi, tanto como la de la Eucaristía… Por eso debo admitir que soy “exigente” y “critico” cuando de eso se trata… Aunque esta permitido por el Derecho, no me encanta la idea de un Diácono predicando el sermon dominical… Aunque hay muchos que predican muy bien soy, si se pudiera decir, un chapado a la antigua pues me gusta una homilía sólida, desafiante y cautivadora en la voz del párroco. Seguramente por “malacostumbrarme” a un predicador como P. Roberto.  Como sea, oir a un diácono predicar tampoco es malo… Exagero como si fuera un recurso literario.  El caso es que esta tarde no presidió el párroco y predicó un diácono… Me malhumoró un poco y me predispuso (debo admitirlo con vergüenza).  El evangelio de este fin de semana es, como siempre una joya:

“Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” Lucas 11: 9-10

Esta semana cosas importantes sucederán con respecto a nuestro futuro en los Estados Unidos… Y me dí cuenta que tenia que asumir todo un una fe sencilla… Una fe “nueva”. La enseñanza no estuvo en todo eso, solo comparto un poco de lo que pasó antes de sentir a Jesús decirle a mi corazón lo que explique más arriba.

Esto es lo que sucedió: la banca donde nos sentamos estaba muy cerca del ministro de la Sagrada Comunión.  Era una mujer jóven… Al recibir la Hostia y comulgar con la Sangre pasé de vuelta a mi lugar… Luego de dos o tres cosas por las que oré y dí gracias, accidentalmente miré los pies de la ministra que me había dado la Comunión… Tenía tatuado en la parte interna de su pantorrilla algo que a la distancia, parecía una hoja de marihuana.  Me turbo!!!
Mi reacción primaria fue querer juzgarla… Mi cerebro elaboró una oración que Jesús, presente ya en mi corazón al comulgar, no me dejó terminar: ¿que falta de criter…. Y ahí llegó el: “JUAN, YO HAGO TODAS LAS COSAS NUEVAS”.  No fue un regaño, fue una corrección como sólo Dios la puede hacer.  En vez de avergonzarte, te hace sonreir.  Despues sin ningún animo de juicio mientras escribía esta entrada me preguntaba si realmente el tatuaje era lo que vi, quizá no, pero agradezco mi confusión si fue el caso para pensar en que cualquier persona sin importar su historial por horrible que fuera puede acercarse a Señor Jesucristo para que como lo ha hecho conmigo haga todas las cosas nuevas…

Como si fueran la PRIMERA VEZ!

365 días…

Para alguien detallista no sera dificil darse cuenta que hace un año no escribía nada en mi blog… Quiza debo decir que fue a proposito.  No es casualidad que justo hoy me anime a regresar a mi diario espiritual digital.  A quien me lee le puedo garantizar que el silencio no ha sido sereno.  Linguisticamente esto sea una contradiccion pero ha sido un “escandaloso silencio”.  Seria imposible abarcar, especialmente si dependo de mi, a veces, exhausta memoria todos los acontecimientos que llenaron mi vida este año.  Desde luego la mas resaltante (y quiza para los amigos, innecesaria de destacar) es mi cambio de ciudad y trabajo.  Hace 365 dias estaba sentado en una oficina muy pequeñita llena de espejos, estantes y articulos de oficina en la ciudad de Kissimmee, FL, fui un poco de todo… desde Gerente General hasta encargado de mantenimiento.  Fui muy feliz!… 365 dias despues la vida nos mudo a 1096 millas de ese lugar.  Hoy me encuentro al oeste de la Av. Woodlawn en la vibrante y apasionante ciudad de San Antonio en el Estado de Texas.  Se lo que estarán pensando, yo tampoco lo imaginé posible pero aqui estamos.  Ya no procuro llenar cursos de Asistente de Enfermería ni doy clases de RCP.  He vuelto al asunto de las “almas” trabajando junto a gente “extraordinaria” dirigiendo la oficina de eventos de la Arquidiócesis de San Antonio.  Amable lector, tiene usted razón, yo también me he hecho la misma pregunta desde que llegué: Como es posible un cambio tan radical?… si consigue usted la respuesta por favor hágamela llegar al correo juancrodriguez@hotmail.com, mucho se lo sabré agradecer.

San Jose

Antes de redactar esta entrada leí mi ultima actualización.  Fue un cable a tierra darme cuenta que las mismas batallas se siguen librando internamente aunque en el camino… lamentablemente, algunos compañeros espirituales que me acompañaron durante años ya no los siento conmigo (pero eso es tema de otra entrada que probablemente nunca escriba)…  Dios ha sido fiel y yo, que en Valencia y en Orlando estuve rodeado de tantos amigos en la fe, hoy he venido a ser como un lobo solitario… Dios sigue siendo un amigo fuerte a quien he sentido a mi lado tal vez como nunca antes.  La ausencia de amigos a quienes puedas ver regularmente no es necesariamente mala… Yessica y yo hemos explotado un poco mas la creatividad de como llenar el uno con el otro ese vacio de tantas amistades que “geográficamente” se quedaron en Orlando, FL, a mi esposa le desagradará que sepan todos que le voy ganando el campeonato de Skip-bo 10 a 4.  El asunto es que sigo discerniendo el por que del proposito de Dios encontrarme en esta etapa espiritual “distinta” en la que dependo mas de mi mismo cuando de asuntos espirituales y relaciones se trata… ya habrá tiempo de comentar mi evolución.

Entre tanto vaya un reconocimiento especial a todos las personas que nos han dado muestras de un cariño mas allá de lo inimaginable viniendonos a visitar desde que estamos en Texas… y para quienes no pudiendo venir siempre nos han dejado sentir su cercanía.  No quiero que se entienda que estoy/estamos tristes de estar aca sino todo lo contrario.  Dios en su inexplicable misericordia decidió movernos hasta aca para que muchas cosas buenas pasaran en nuestras vidas… y vaya que las hemos visto!

365 dias… cuántas cosas nuevas, cuántas experiencias por vivir… cuánta gente impactamos en 365 dias… cuanta gente aún por conocer o impactar.  Un gracias sería poco.  Un Dios los bendiga sonaría a despedida… Mejor, un eterno buenos días! porque siempre apuesta al futuro en un presente maravilloso.  Trataré de no ausentarme más… no porque a mucha gente le haga bien lo que escribo sino porque haciendolo me siento acompañado de alguna manera.  Lo mejor esta por venir!

El dia que lo sublime se vuelva cotidiano…

Hacia dias no oraba con tanta sinceridad… Sonaba en mi carro la versión de la canción de Jesús Adrián Romero que una vez grabé con Brian en el cuarto de La Voz de Jesús: Mi Jesús, mi amado.  Al legar a la parte que dice “quiero postrarme ante Ti, Jesús y en silencio reconocer que tu amor por mí, no merezco”.  Salio natural no hubo preambulos, no comencé con un buen: Amado Señor Jesús (para quien no lo sepa, así comienzan el 80% de mis oraciones).  Dije en voz alta poniendo pausa a la canción: “no puede experimentar mayor miseria el hombre, que trivializar su relación con Jesucristo”.

Podran llegar incontables contrariedades y llenarse su vida de problemas pero en el justo momento que hacemos a Dios nuestro igual hemos de cometer quiza el error mas grande de nuestra vida.  Algunas veces antes de escribir “googleo” sobre el tema para documentar un poco mejor mis ideas que surgen de la oracion.  Para mi sorpresa me consegui con algo que escribio San Juan Pablo II en su audiencia general del 3 de febrero de 1988 sobre esto.  Me permito citar un fragmento:

9. Así, pues, Jesús se ha hecho verdaderamente semejante a los hombres, asumiendo la condición de siervo, como proclama la Carta a los Filipenses (cf. 2, 7). Pero la Epístola a los Hebreos, al hablar de Él como “Pontífice de los bienes futuros” (Heb 9, 11), confirma y precisa que “no es nuestro Pontífice tal que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, antes fue tentado en todo a semejanza nuestra, fuera del pecado” (Heb 4, 15). Verdaderamente “no había conocido el pecado”, aunque San Pablo dirá que Dios, “a quien no conoció el pecado, le hizo pecado por nosotros para que en Él fuéramos justicia de Dios” (2 Cor 5, 21 ).

Pensamos que como la escritura dice que Jesús se ha hecho semejante en todo a nosotros creemos que podemos nosotros despojarlo de su condición divina (en realidad se trata de una decisión soberana de Dios que escapa de nuestro control)  Se hizo pecado por nosotros, claro que si.  San Pablo lo afirma en su 2da carta a los Corintios pero olvidar que se despojó el mismo de su condición de Dios por misericordia a nuestra naturaleza pecadora sería como contar que existio un Martir como Maximiliano Kolbe sin explicar la dura realidad de su tiempo ni por que termino en un campo de concentración nazi.  Se trata de un Dios que se “abaja”, que pudiendo mirar solo hacia arriba (o al menos siempre hacia el frente) decide mirar hacia donde estamos nosotros.  Perdidos en nuestros intentos de ser buenos. Y como nos ama, se “ensucia”.  Si alguna vez tropezara y cayera de una acera, si me levanta un algún conocido o me levantara una celebridad el fin practico es el mismo pero nunca seria material como para contarselo a los nietos: “hace 18 años en el 2015, una vez me caí tratando de subir una acera y un conocido me levanto”.  Pero imaginense como sonaría a esto: “a mediados del mes de Julio de 2015, aunque fue hace 18 años recuerdo como si fuera ayer, una vez que trataba de subir una escalera me tropece con una piedrita y se me enredaron los pies, fui a caer a los pies de una persona con unos zapatos muy limpios que pasaba por ahi, le acompañaba toda una comitiva y con un gesto amable me tomo del brazo y ayudo a ponerme en pie mientras me zacudia el pantalon del polvo que se me habia pegado en mi rodada.  Era el mismisimo Tom Hanks.  Me pregunto si estaba bien y se aseguro que pudiera caminar por mi mismo antes de seguir su camino, ohhh jamás olvidaré la tarde que Tom Hanks me recogio del suelo”.  He ahí una historia digna de un titular, algo que si me llegara a pasar muy probablemente sucedería una vez en mi vida.  

Todos los dias del mundo caen al suelo centenares de miles de gentes que son asistidos por otro centenar de miles de gentes. Incognitos siendo recogidos por incognitos.  Pero en un misterio muy profundo de Dios, en nuestra vida espiritual nuestras caidas son asistidas EN SU TOTALIDAD por alguien que es mucho mas que una celebridad.  Jesús decide abajarse para ayudarnos… Dejó Tom Hanks de ser una celebridad por ayudarme a mi?, claro que no.  Dejó de ser el ganador de dos Oscars a mejor actor por Forrest Gump y Philadelphia mientras me zacudia el polvo del pantalon?  Nop. Que entonces lo hace una historia digna de recordar 18 años despues?  Que una persona cuya condición no se caracteriza por andar levantando gordos de las aceras me haya hecho la caridad de ayudarme.  Volviendo al asunto espiritual,  el problema de nuestras caidas no esta en que caigamos (ya Dios sabia eso).  El problema viene cuando nos damos cuenta de que caemos tan a menudo que “nos acostumbramos a la asistencia de Jesús”.  Pasa entonces que pensamos que por levantarnos tantas veces Jesús pierde PERMANENTEMENTE (no temporal como sugiere la escritura) su condición Divina y se hace definitivamente uno como nosotros y luego le tratamos como a un igual.  Que nos salve el propio Jesucristo de semejante blasfemia.

Observo con estupor, y me van a disculpar la critica a quienes acostumbren a tratarse con Dios de esa forma, gente que ora mas o menos asi: querido Chuchito, Papito Diosito, Panita Jesús, Chuito.  Encuentro tales nombres en el limite de lo ofensivo.  Poniendo las cosas en claro.  Dios no es pana!!! Dios es el creador de universo, de ti (que me lees) y de mi. Dios no es mi amiguito, Dios es mi Señor y Salvador.  No puedo tratarlo como el señor que me despacha el cafe todas las mañanas que, respetando su dignidad de ser humano merece toda mi consideracion pero al final del dia es un ser humano como yo.  Hemos vanalizado a la figura de Cristo y ese era mi suplica en la mañana de hoy: que no me acostumbre a Ti, que por andar en “Tus cosas” me olvide de quien es Su Creador y Su Dueño, que por andar con “Tu gente” crea que eres “uno mas de la pandilla”.  Tu eres la persona más importante de mi vida y no me apena reconocer que con frecuencia lo olvido porque en momentos me siento tan cercano a ti que olvido la reverencia y el celo que debo guardar procurando estar siempre en tu presencia.

Ciertamente mi oracion de la mañana me ha dado mucho de que pensar hasta este momento (1:29 am).  Que nada me parecerá mas amargo en esta vida que aficionarme a un Dios que me ama, sin ser conciente de su majestad.  Que ver su mano asistiendome cada mañana no me genere costumbre sino asombro y agradecimiento.  Que prometiendo ser mi amigo jamás le pueda yo rebajar a mi misma condición humana (porque ya sabemos que no eres 50% Dios y 50% Hombre sino totalmente Dios y totalmente hombre) porque seria la perdición de toda mi esperanza de salvación (nadie como yo me puede salvar, creanme… Yo me conozco).

Que cada mañana me despierte (continuaba mi oración) con hambre de ser maravillado, por cada amanecer, por cada respiro que doy, por cada abrazo que le doy a Yessica, por mi familia, por mis amigos. Que todo lo que provenga de ti jamás pierda el adjetivo “sublime”.  Regalame Señor Jesucristo la gracia de nunca permitir que en mi vida lo sublime se vuelva cotidiano.

Amén!

Recetas de alta complejidad

Hace tres meses no escribo nada… Pero no por falta de material.

Cuantas cosas en tres meses. Muchas de ellas han sido tan personales que aunque siempre he tratado de no tener reparos en guardarme “vivencias” en el blog, me las voy a tener que reservar.  Muchas de ellas están aun en proceso otras habiendo terminado me han regalado grandes enseñanzas espirituales.  Por primera vez quiero compartir el bien que ha hecho a mi alma hacerle violencia a mis costumbres.

Aprendemos a lo largo de la vida infinidad de cosas.  Lo que forja el carácter de un ser humano es el poder de la costumbre.  Por ejemplo, la primera vez que llene hice una transferencia electrónica desde mi cuenta de bancos fue una maravillosa experiencia cargada de NUEVOS PROCEDIMIENTOS… Años después realizar una transferencia bancaria es para mi tan sencillo como que Stevie Wonder marque un SOL MAYOR en el piano.  Vamos llenando nuestro cerebro con nuevas experiencias. Las vivencias se van acumulando y van dándole a nuestra personalidad un perfil.  Hay gente que piensa que soy como dicen en Venezuela un “Todero” porque conozco mucho de muchas cosas.  No deseo ser engreído y refuto mucho cuando la gente me agradece por algo en lo que la ayude pero la verdad, una de las cosas que mas me gusta hacer es “ayudar a la gente”.  Soy un “hacedor de favores”.  Si esa profesión existe yo creo que tengo buen curriculum para ocupar un puesto.  No tengo verdadera conciencia de algo o alguien (amigo o extraño) que me haya pedido ayuda sin que yo al menos, haya procurado hacer algo.  Buena parte de las veces me frustro por no poder hacer mas; otras, me voy a la cama con la gran satisfacción de haber resuelto -o ayudado a resolver- algo para alguien.  Nuestro cerebro es como un gran disco duro a donde acudimos cuando necesitamos referencia de una solución o herramientas para intentar solucionar situaciones y vivencias.  Hoy, siendo consciente del tiempo que había pasado sin que yo escribiera en el blog me preguntaba si al cerebro humano le pasa como a los discos duros.  Son finitos… tienen una capacidad y cuando se llenan, solamente podemos usarlos para referencia o para sacarle cosas pero nada mas puede entrar.

Me sucedió con mi disco externo SEAGATE… cuando lo compre me sentí el rey del vecindario pues tenia 3 TeraBites.  Esta unidad es capaz de almacenar 6 veces mas que la capacidad del disco duro interno de mi laptop.  Cuando compré mi laptop ese disco duro fue 20 veces mas grande que el que tuvo mi anterior computador y ese tenia la capacidad de almacenar 500 veces la cantidad de disquetes de 1.44 MB que fueron mi primera experiencia con dispositivos de almacenaje informático.  Comprar una caja de esos disquetes era para mi como servir una copa de vino en una piscina olímpica y hoy día una fotografía de mi cámara DSLR necesitaría 5 disquetes para poderla guardar.  Estaba convencido que mis 3 TeraBites me alcanzarían para mostrarle las futuras generaciones (dentro de 15 años) cuantas cosas almacene allí.  3 TB son 24 Trillones de bits lo cual es bastante pero año y medio después de haberlo comprado, hoy me toco comprar otro de 5 TB porque se me prendió la luz roja que dice EL DISCO ESTA CASI LLENO.

La vida funciona de maneras muy interesantes, similares a los TeraBites y los bits estamos seguros que el logro de hoy va a ser mas que suficiente para alcanzarnos la felicidad eterna.  Yo estaba convencido de que la materialización de mi felicidad seria cuando tuviera mi primera novia y cuando sucedió estando en 8vo. grado sentí que necesitaba mas… Decidido a experimentar nuevas cosas quise estar en el cuadro de honor de mi colegio (porque allí solo llegaba la élite de los mejores promedios de notas), cuando lo conseguí me pregunte si al graduarme de bachiller entonces si tendría tiempo para sentarme a disfrutar mis logros pero al recibir el titulo de bachiller de manos del Prof. Gerardo Jantzen sabía que algo mas tendría que procurar porque yo quería mas… así fue como de la secundaria conseguí la carrera superior; y de la carrera superior, el matrimonio; y del matrimonio, la independencia de la familia; y de la independencia de las familia, las nuevas fronteras y de las nuevas fronteras los planes de establecerme en otro país… Cuando Dios nos respalde en eso.  Estoy seguro que otra meta vendrá porque nuestro ADN nos insta a estar en constante evolución.  Cuando dejamos de evolucionar comenzamos a morir, leí alguna vez por ahí.

Pero, que pasa cuando el poder de nuestras costumbres se interponen en el camino de nuestra propia evolución.  Cuando nuestra mente se convence en base a experiencias pasadas que lo que intentamos hacer mas de una vez no salio pues porque sencillamente no es para nosotros.   Comenzamos a morir lentamente.  Y yo no quiero eso.  Creo que no se han acabado los planes que Dios tiene para mi (y para ti, si estas leyendo mi diario).  Si pelear con un vicio se hace complicado porque lo intentamos una y otra vez.  Cambia el método y vuelve a intentarlo.  Si te dijeron que algo se hacia de una forma y no te resulto, ve a la fuente y contrasta los resultados contra los métodos.  Seria imposible no recordar en este punto el cuento viejo que leí hace muchos años sobre “la punta del jamón”.

“Una pareja joven contrajo matrimonio y comenzaron una hermosa vida juntos.  Tenían una casa muy chiquitita pero eran inmensamente felices.  Al poco tiempo de casados ella le pregunto a su marido cual era su comida preferida y el sin dudarlo le dijo: el jamón horneado.  Ella, no conociendo como prepararlo fue donde su hermana que era muy buena cocinera y le pidió la receta.  Lo hizo al pie de la letra incluido el paso que le dijo su hermana: “es muy importante que cortes la punta del jamón porque sino no te va a quedar igual”.  En la noche, ambiento todo muy románticamente y sirvió para el marido su platillo preferido.  El la felicito y elogio su esfuerzo aunque le comento que su parte preferida del jamón era la punta.  – Es una lastima que no lo hayas horneado porque es la parte que más me encanta.  La esposa, deseosa de complacer en todo al marido.  Llamó a su hermana y le contó lo sucedido.  La hermana le dijo – Es la receta que me dio mamá.  La verdad tendremos que preguntarle a ella.  Al día siguiente fueron a casa de la madre y ella le contesto: -La abuela de ustedes en Italia fue quien me enseño a hacerlo.  Habrá que viajar a preguntarle el secreto.  Fueron pues a Italia y consiguieron a la abuela en el pueblo.  Abuela necesitamos que nos diga algo muy importante – Le dijeron a coro las hermanas.  Nosotras hemos guardado fielmente su receta de como preparar el jamón horneado pero tenemos una pregunta que hacerle:  Por que tenemos que cortarle la punta al jamón?.  La abuela con irreverencia les dijo: “Ustedes, no se… pero cada vez que yo lo preparaba se la tenia que cortar porque mi horno era muy pequeño y no me cabía el jamón completo”.

Hemos heredado formulas de fracaso.  No necesariamente de nuestros familiares, sino de toda la gente que nos rodea.  Andamos por la vida desesperadamente buscando recetas para el éxito.  Por eso leemos libros, vamos a conferencias, pedimos que nos oren otros lideres y tratamos de “copiar” experiencias que en otros hemos visto que funcionan.

Dios tiene un plan ÚNICO e IRREPETIBLE con cada uno de nosotros.  Puede que los ingredientes de la receta sean los mismos pero la combinación y el punto de sal, pimienta y especies jamas sera el mismo… queremos ser como Santo Tomas Moro, pero solo hubo uno y él se preocupó por ser el único Tomas Moro que la humanidad vería.  Nos gustaría ser como el Papa Francisco pero en el plan de Dios solo habría de existir un Jorge Mario Bergoglio… El esta haciendo lo que Dios le pidió hacer, puede que tengamos en el corazón emular lo que el hace y que nos sirva de inspiración pero nadie entrara al cielo siendo la continuación de la vida de la persona que mas admire mientras vivía.

No existirá otro Juan Carlos Rodriguez (y mucha gente pensara: DEMOS GRACIAS A DIOS, con uno basta y sobra. jajaja) y cada vez quiera vivir otros llamados, otras vivencias, otras entregas, otras renuncias y otros desafíos que no sean aquellos a los que Dios me llamo, estaré cortando la punta del jamón solo porque otros dijeron que era lo que había que hacer.

Los grandes chefs no siguen el libro de recetas… lo leen, claro que si.  Pero los grandes chef crean sus propias recetas y abren restaurantes donde la gente se pelea por comer. Queremos ser chefs… o nos conformamos con ser solo unos “lee-recetas”

El boton de pausa…

Es curioso como se desarrolla el proceso de escribir un post.  Tratare de explicar mi experiencia con este.

Desde hace aproximadamente dos semanas quiero escribirlo… Estoy listo para hacerlo con los dedos en el teclado y de repente algo me dice… YA VA! Comienza con mucho impetu la idea y creo que sera muy constructivo para mi alma hacerlo (seria bueno aclarar, luego de algun tiempo sin hacerlo que la razon por la que escribo no es precisamente “enseñar” a nadie… esto que hago es un diario espiritual, que para muchos suele ser muy privado pero que a mi, por mi propia decision lo decidi hacer publico).  La idea se va como refinando en mi corazon… se van agregando elementos que lo hacen mas “rico” en contenido -de nuevo, no lo someto a critica publica, es puramente mi ponderacion personal-. Hace una semana mi oracion personal era esta, literalmente hablando… se lo dije a Dios con voz audible una manana camino al trabajo:  POR FAVOR, MUESTRAME DONDE QUEDA EL BOTON DE PAUSA DE LA VIDA.   Necesitaba parar.  He estado trabajando mucho y agobiado especialmente por asuntos que no se resuelven en practicamente todas las areas de mi vida.  En las ultimas semanas… conciliar el sueno era para mi todo un desafio.  Me era inevitable pensar en las cosas que tendria que hacer al dia siguiente, como haria para resolver esto u otro asunto con determinada persona, como hacer para detener este habito que me estorba en la vida espiritual, haciendome violencia en oracion para  no olvidarme de clamar por determinada peticion clavada en el alma desde hace mucho tiempo, poner en orden aspectos y asuntos pendientes que a veces por “flojera” fisica y espiritual no asumimos y se quedan “paradotes” en mitad del lugar donde quiere encontrarte con Dios en la oracion.  En fin, tenia todas las razones para no pegar un ojo.  Confieso que hubo en ese tiempo reciente mas de una noche en la que fue consciente de que se hicieran mas de las 4 am y yo seguia despierto dandole vueltas a mis murallas… gritandoles fuerte pero sin lograr derrumbarlas (JOSUE 6:20).  No tenia animos de seguir… pocas veces recuerdo haber despertado sin animos de “dar lo mejor de mi” cada manana y esa temporada sencillamente no estaba ni para dar lo peor… solo despertaba, conducia a la oficina, trabajaba, regresaba a casa y me acostaba justo donde me esperaba ademas de Yessica una vez mas el insomnio, todo por inercia espiritual.  Que fuera de mi ambiente me sentia!!!.

Queria parar… mucha gente le tiene miedo a admitirlo.  Incluso yo mismo mientras pensaba en escribir sobre esto me cuestionaba si era “apropiado” admitirlo… y si lo lee fulano y se molesta, y si mis amigos lo leen y se desedifican… y si lo lee mi jefe y se alarma de mi desanimo… y si lo lee mi esposa y se preocupa.  Yo creo que al final del dia quienes me conocen y me quieren (y mas importante aun) los que permanecen cerca de mi preocupados por mi bienestar lo vieron, lo intuyeron o lo sabian independientemente de que lo escribiera o no.  Basicamente estoy haciendo catarsis.  

Un regalo inesperado cambio los planes de “pesimismo” que habia sometido mi voluntad.  Casi por accidente pude tener 4 minutos con mi parroco y celebre el sacramento de la reconciliacion.  Debo reconocer que no era tanto la carga de mis pecados desde mi ultima confesion (no soy un santo, pero reconozco que en otras oportunidades he estado mas “cargado” de pecado que en esta oportunidad)… sino el bien que le hace al alma recibir con certeza la reconciliacion y la absolucion para rectificar el rumbo.  Una buena exhortacion de P. Esau me invito a meditar sobre el credo… y me insto a pasar un rato delante del Santisimo Sacramento.  Benditos sean esos 4 minutos.

Otra noche bien entrada la madrugada fui consciente de lo aprehensivo que estaba… siempre a la defensiva y reclamando atencion para mi porque “estaba pasando por una temporada muy dura” y me fue concedida la gracia de disculparme con los mas cercanos por mi “insufribilidad” de los ultimos dias.  Me disculpe con algunos companeros de trabajo… recuerdo haberlo hecho con Yessica y tambien con P. Roberto.

El mismo en nuestra acostumbrada conversacion de las noches me hizo ver que no todo anda mal.  Que los paisajes para que sean paisajes tienen montanas pero tambien tienen valles.  Que la ausencia de luz no impide que se pueda disfrutar de una maravillosa fotografia en claroscuro.  Y me dio un buen consejo.  Por lo menos hasta despues de Pascua no te ocupes de asuntos en tu cabeza que no tienen solucion inmediata. y alli llego el giro definitivo de la escritura de esta entrada… no necesitaba una pausa a la vida.  Lo que necesitaba era una pausa a los problemas.

Ellos siguen ahi.  De vez en cuando abro accidentalmente la puerta donde se que los deje y ahi estan los condenados.  Algunos sentados en un sillon reclinable.  Otros empujando la puerta desafiando mi paciencia pero creo que ya entendi.  Se van a resolver cuando a Jesus le plazca… si no se resuelven pues Jesus no tuvo complacencia en resolverlos y si no se resolvieron fue por mi propio bien pues Jesus siempre quiere lo mejor para mi.

Despues, ayer pude ir con Yessica un rato a visitar el Santisimo por la noche antes de irnos a dormir.  Fue delicioso.  Ni siquiera creo que llegamos a una hora pero fue definitivamente tiempo bien aprovechado pues mi corazon recibio correccion idonea. Directrices sobre como abordar lo que me agobia y especialmente dejar de esperar tanto de la gente.  

Si me quejo con la gente… tal vez poco pueden hacer para cambiar esa realidad.  Si confio mucho en la gente y lo que pueden hacer por mi para cambiar la realidad que me afecta y no lo logran me vere profundamente herido y defraudado por gente de la que espero muchas cosas.  Mi esperanza (y mis berrinches)  deben ser presentados ante el Trono de la Gracia.  Hebreos 4:16, mi querido Juan Hebreos 4:16, Hebreos 4:16 para todo siempre existira mi versiculo favorito de la biblia: Hebreos 4:16.

No tengo idea de lo que me pueda suceder manana.  Seguramente alguno de los problemas pensara que me ha ganado la batalla… y quiza en mi fragilidad humana le conceda razon en mi derrota pero por lo menos esta noche se… por fe, que no hay resurreccion sin Cruz y la cercania de los dias Santos no podian ser de otra manera mientras se acerca una nueva oportunidad de hacer la Alianza de los Siervos de Jesus Crucificado.  Una de las promesas sigue siendo “gozarme de compartir en mi cuerpo y en mi alma, los padecimientos de mi Rey”,

Pablo me lo advirtio de nuevo esta noche… y creo que no hay mejor pastilla para dormir que esta:

Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos. Dondequiera que vamos, siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo. (‭2 Coríntios‬ ‭4‬:‭8-10‬)

 Muy buenas noches problemas… se que son tan persistentes que nos veremos manana, a diferencia de ustedes yo descansare esta noche.  Ustedes pasaran la noche en vela resolviendo el crucigrama de como quitarme la paz nuevamente.  Buena suerte… la van a necesitar.

Con amor para los hijos de Esquilo

Alguna vez en la vida nos tuvo que haber sucedido. Conocer a alguien como salido de un dibujo animado. Ahora mismo pienso en “Hula Hula” o “Mala Suerte Hula”. Retaré a los lectores contemporaneos conmigo a recordar este personaje. Aparecia en la serie de dibujos animados (a.k.a. COMIQUITAS -en Venezuela-) EL HOMBRE PLASTICO.  A este pobre gallo le pasaba de todo. La mala suerte estaba como misticamente casada con el. El era el “niñero” de Baby Plas (el hijo del hombre plastico). Nada por muy pequeño que fuera le salía bien a este pobre personaje. A lo largo de mi vida he conocido alguna que otra persona que bien pudiera encarnar al “Hula Hula” de carne y hueso. De vez en cuando, volteas a mirar su vida y casi puedes asegurar que una nube negra sobre su cabeza es su accesorio de ropa preferido. TODO LO QUE EMPRENDE… TODO pareciera estar destinado a salirle mal. Lo que dice se lo mal interpretan, lo que hace se lo reprueban, lo que no hace se lo reprochan, lo que calla se lo recriminan. Lo que emprende se le trunca. Pobre “mala suerte hula” cuando los conoces en profundidad te das cuenta que no son esencialmente malos sencillamente son de los que parecen destinados a que en el 97% de los casos la rebanada de pan se les caiga al suelo del lado que tiene la mantequilla untada.

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En la fe estamos obligados a no creer en la mala suerte. Tal cosa no existe en la vida espiritual basicamente porque en la forma soberana como Dios rige nuestra vida, lo “inesperado” no existe. Se que muchos (por las tantas veces que han vivido contrariedades en su vida) pensarán al leer esto, claro es que a ti no te paso esto… O no te toco vivir aquello, pero nuestros dias no transcurren “EN LA VISION DE DIOS” como a veces creemos o sentimos que sucede…. Por ejemplo: voy a ver si paso este examen!, vamos a ver si hoy me llaman de ese trabajo, Ojala no me digan que son positivos los examenes de cancer, que me digan que la enfermedad de mi familiar no es mortal.

Amanecemos como si presentaramos todos los dias un examen de selección multiple:

1.- El repuesto que necesito cambiarle al carro…
A) lo conseguiré barato
B) no lo conseguiré
C) antes de almuerzo alguien me lo regalará
D) ninguna de las anteriores

En la mañana de hoy me desperté muy temprano extrañamente pensando en el día que estaba por venir y sus muuuuuchas tareas pendientes tanto en el trabajo como en lo personal. En veces anteriores, comienzo a rezar un “Avemaria” en mi mente y enseguida me duermo, pero hoy despues de 5 seguía depierto. Empece a “repasar” lo que tenía hoy pendiente y después de la 7ma. cosa pensé: QUE TONTO! Lo que va a suceder sucederá y si Dios esta conmigo, sea el resultado favorable o adverso es lo que obrara para mi bien… O para las actividades que me toca hacer.

¿Qué provecho saca quien trabaja, de tanto afanarse? (‭Eclesiastés‬ ‭3‬:‭9‬)

A lo largo del dia reflexione mucho sobre esto y me cuidé de no pensar: si lo que ha de suceder, sucederá…. (Virgilio / Poeta romano -70 a.C.-19 a.C.-) Entonces no me esfuerzo por nada. CLARO QUE NO! Sino mas bien, poner lo que a mi me toca y Dios que es especialista en hacer mucho con poco obrará en mi favor. Al llegar a la casa al final del dia me di cuenta que todas las cosas que habia revisado en la mañana se habían completado, bien porque yo intervine haciendo mi parte o porque felizmente Dios “obró” en mi favor para que lo que tenía que hacer se hiciera… Y me entro una paz taaaaan deliciosa. Eso es descansar en Dios.

No es lo mismo “flojear” santamente o ser negligente en la procura de mis objetivos espirituales o humanos. Se trata de ser consciente de “Quien obra a mi favor”. El jueves pasado, el Encuentro de Oración que transmitimos semanalmente fue presidido por el P. Carlos Torreiro. Habló mucho sobre la confianza en tiempos duros (cosa que ha estado presente en mi desde el propio comienzo de año ) y me encanto muchas veces se refirió a Jesús como “el Hombre Fuerte”. Me gustó pensar en eso; darme cuenta que por muy pesada que sea la tarea El es fuerte…. Y no solo fuerte sino tambien “Hombre” como para entender mis miedos y mis miserias. Así que los “Hula Hulas” en el Reino de los cielos no existen. A nadie lo persigue un designio inesperado que siempre será contrario a lo que espero. Hay un “Hombre Fuerte” sosteniendo la parte mas pesada de mi carga.

En la antigua Grecia, vivio entre el 525 y 456 a.C a quien la historia reconoce como uno de los tres más grandes de la tragedia helenica: Esquilo. Fue como diríamos hoy un “duro” de su tiempo. Respetado y admirado por la civilización griega fue protagonista de una muerte absurda (o debería decir improbable). Un oraculo profetizó que su muerte vendría cuando una “casa” cayera del cielo y lo aplastara. Decidido a torcer la profecía se mudo a las afueras de la ciudad y vivía en un campo sin vecinos ni casas alrededor. Me gusta hacer el ejercicio mental de meterme en sus pensamientos: “Pamplinas!!!, una casa cayendo del cielo: si, como no!”. Jamás ni en su mas enfermizo plan de contingencia “anti-lluvia de casas” pudo adelantar que una tortuga se resbalara de las garras de un aguila que recien la había cazado para desde muy alto aterrizara en su cabeza matandolo de forma instantanea por un traumatismo encefálico. Mala suerte??? Tal vez si para los muchos hijos de Esquilo que aún habitan nuestra tierra y llenan nuestros autobuses o se sientan en nuestras oficinas o peor aún se sientan en nuestros bancos de la iglesia. Cruel que esto le haya pasado a uno de los “padres” de la tragedia griega, no? Al fin y al cabo, el caparazón de esa tortuga no especificaba si era casa de uno o tres cuartos. Según la lógica profética: casa es casa. Vivan 5 personas o 1 tortuga cierto?.

No interpreto el desenlace desde la perspectiva funesta… Es decir, lo malo que te va a pasar ni que te mudes a Indonesia te podrás librar sino al revés. No importa cuán esquiva pueda parecer la bendición que por tanto y tanto tiempo has esperado y nada que llega, hay un “Hombre Fuerte” que ya vió el final de la película y sabe que terminas casándote con la protagonista.

Mañana por la mañana cuando salgas a la calle mira hacia arriba. Quizas finalmente haya llegado el día en que en forma de tortuga una bendición te saque un “chichón” en la cabeza.

Ahhh por favor! Ten la amabilidad de quitarle el casco antes de salir de casa.

Un siervo dispuesto

Nunca me había detenido a pensar en lo mucho que me apasionan las historias medievales.    Bueno corrijo no las “historias medievales” sino la “historia medieval”.  Me doy cuenta que la EDAD DE LOS REYES tiene para mí una especial predilección (debí haberlo percibido cuando de joven “AGE OF EMPIRES II: The Age of Kings”, se convirtió en mi juego favorito de todos los tiempos).  No lo vi venir cuando estudie Teología y discutíamos sobre ENRIQUE VIII o el Luteranismo pero siempre estuvo ahí esa inexplicable atracción por soñar: como hubiera sido vivir en esos tiempos?.  Dormir dentro de un castillo, mirar una justa, comer con la mano o tener que hacerle una reverencia al rey.

Más tarde, la TV se encargaría de confirmar mis sospechas.  THE TUDORS y REIGN (mas todas las series similares) en donde existe un argumento esencialmente histórico –sin discutir las licencias cinematográficas que los creadores se toman la libertad de incluir para hacer la historia más atrayente- me ponen a volar la imaginación.  Ser un noble, ser un rey… yo la verdad me he imaginado como un siervo.  Lo más cercano a una monarquía que he estado, ha sido visitar el palacio real de Aranjuez en España junto a Yessica, P. Roberto y nuestro hermano Juan José.  No tengo idea de cómo debe uno comportarse delante de un rey y por mucho que lo supiera creo humildemente que la concepción de monarquía de hoy en día, dista bastante del tiempo de los reyes del Medioevo.  En aquel tiempo ser súbditos significaba someterse a la voluntad de una persona que no debía dar cuenta de sus acciones más que a Dios.  Podía hacer lo que le viniera en gracia y todos a su alrededor estaban en la obligación de sonreír y obedecer independientemente de sus opiniones o deseos.  Cuando mi imaginación vuela me veo como un herrador de caballos al servicio de un rey.  Simplemente eso.

Nosotros vivimos en tiempos de democracias (con todas las imperfecciones de su sistema, ya lo se) por eso, las monarquías, especialmente para los que vivimos en el hemisferio occidental, se nos hacen tan complicadas de entender.  Monarquías constitucionales, parlamentarias o monarquías absolutas. Sobre esto leí bastante mientras preparaba esta entrada y me pareció fascinante.  No me extenderé sobre esos conceptos porque no vienen al caso de lo que quiero decir.  Nos es bastante sencillo acostumbrarnos a la idea de un jefe de gobierno, o un presidente elegido por el pueblo.  Tiene un periodo de tiempo para ejercer su función y luego cambiar por otro.  Con los reyes no pasa igual.  Los reyes gobiernan, bien o mal pero seguirán siendo reyes hasta que mueran (y al morir pasan el mando a su heredero).  La clave de un presidente es gobernar para el pueblo… ser popular… hacer lo que a la gente le gusta… darle a la gente lo que la gente quiere.  Por eso son tan importantes los niveles de aceptación en una gestión presidencial.  Lo haces bien, te reeligen para otro periodo.

Con los reyes la cosa es diferente (o debo decir “era” diferente).  Los reyes gobernaban para el bien de su reino (como consecuencia de sus decisiones si eran acertadas, sus súbditos se beneficiaban pero por matemática simple, si no lo hacían bien a la gente no le iba bien), sus decisiones podían ser consultadas con los consejeros pero al final del día, se hacia lo que el rey quisiera.

Como individuos del mundo estamos sujetos a sistemas democráticos (repito al menos en la mayoría de nuestras experiencias), aprobamos lo que hace un presidente, exigimos que haga algo y si a esa petición se suman las de muchos más, el presidente debe escuchar la voz del pueblo y procurar conceder lo que sus necesidades exigen.

Como cristianos tenemos la errada percepción de que Dios es un presidente.  Un presidente mundial, un presidente universal mejor dicho.  Presentamos nuestro pliego de “exigencias” a través de la oración y esperamos “por el bien de su popularidad” que nos conteste mas temprano que tarde.  Muchos de nosotros hemos tenido que aprender a veces a las malas que Dios es un Rey.  perdon, es inapropiado llamarlo “un”, Dios es EL REY.  No necesita escuchar consejeros y no tiene miedo de tomar decisiones.  Sus designios no pueden ser catalogados como populares o impopulares sino solamente “justos”.  A ninguna de sus decisiones las tiene que someter a evaluación del pueblo.  El, sencillamente, gobierna.  Y a nosotros nos vendría bien recordar de tanto en tanto que aunque no entendamos lo que sucede en nuestra vida, existe un Rey que marca el designio de nuestro mañana… aunque nos parezca inexplicable lo que permite en nuestra vida, recordar que ninguna de sus decisiones en todos los millones de años de la humanidad han sido equivocadas sino por el contrario en el tiempo indicado hemos aprendido que obraba nuestro Rey para bien de nuestra vida. Le debemos obediencia.

Al finalizar el año 2014, reflexiono sobre esto desde hace varias semanas.  Me debato entre dos ideas que debo confesar no son mías.  Hay mucha referencia de esto entre los padres de la iglesia y entre maestros del protestantismo que coinciden en la misma idea.  Para nosotros como “siervos de Dios” no es “tan” difícil obedecer.  La obediencia viene de conocer los límites de lo permitido y no permitido.  De lo bueno y lo malo, de lo correcto y lo incorrecto y movernos o tomar decisiones en uno u otro lado.  Pero se trata en buena medida de nuestro intelecto al servicio de lo que sabemos nos conviene hacer.  Obedecer a Dios no es fácil… pero por experiencia personal puedo decir que es un “juego de niños” comparado con “Confiar” en El.

El acto de la confianza es entrar en el terreno de lo desconocido.  El intelecto es absolutamente irrelevante.  Confiar es caminar con una bandeja de copas de cristal de Bohemia en una habitación sin luz con detergente lavaplatos regado por el suelo.  Confiar es para nobles y siervos en el Reino.  No hay distinción de linaje o condición social.  El Rey dice que camines por el valle de la sombra de la muerte… camina.  El Rey dice que esperes ante lo desconocido… esperas.  El Rey dice que recojas la tienda y emprendas el camino que no conoces… recoge y emprende.

Reconozco que en este año me esforcé mucho por obedecer (con mis desaciertos y mis pecados, inevitable) pero en el 2015 oro por confiar más.  Erradicar la idea de mi cabeza de que Dios es presidente de mi vida y que temblara si le manifiesto inconformidad por cualquier decisión “impopular” que tome sobre mí.  ¿Quién no le tiene miedo a lo desconocido? Conocemos los parámetros, está grabado en nuestro corazón (me refiero a los cristianos) cual es la ley de Dios.  En 10 mandamientos resumió lo que espera de nosotros… pero en mi caso personal, siento que la obediencia como acto de amor ya no es suficiente (y no es que sea 100% obediente, solo mi Dios sabe cuánto camino me falta por recorrer para tratar de perfeccionar este arte).  Confiar me es más difícil pero lo quiero intentar.  Si siento envidia por el teléfono que tiene un amigo, ahí tengo el 10mo. Mandamiento: corrijo, obedezco y sigo adelante.  Pero si me encuentro en una situación difícil y Dios permanece callado… no tengo ninguna otra herramienta sino solo confiar.  Difícil… ufff ya me he encontrado en muchas situaciones similares y habla la experiencia.  Pero cuando aprenda a confiar en la Providencia Divina (como ha sido hasta hoy, porque el problema no es que no se haya manifestado sino que no le doy el crédito que se merece oportunamente), ya no habrá conflictos entre obedecer o confiar.

Al contrario, ya no estarán reñidos en mi cabeza y la confianza se convertirá en una expresión pura de obediencia al Rey.

Con mis propias fuerzas no puedo pero mi corazón está dispuesto.  Rey mío, he aquí a un siervo dispuesto.