Si tenemos un líder elevado, criticamos que con su sabiduría no logra conquistar a los sencillos… Si Dios, nos permite uno humilde decimos que es puro corazón pero carece de estatura intelectual.
Desde luego, me refiero al papa Francisco. No me atrevo a decir que se embolsilló al mundo entero… pero al menos 1065 millones de personas que profesan la religión católica a la cual pertenezco, SI. Un papa que llama a la persona que despachaba diariamente su periódico en Argentina para, apenado decirle que debe cancelar su suscripción porque le surgió un asunto imprevisto estando en Roma… que decide no usar al menos por ahora el departamento pontificio y hospedarse en una modesta casa de retiros en el vaticano… Que invita uno a uno al personal de la casa Santa Marta a que lo acompañen a celebrar misa de 7 a.m.
Que rehúsa usar el papa-movil para justificar como practico el jeep descapotado y que rechazó irse después del cónclave a la residencia donde se hospedo como cardenal Bergoglio en otro medio distinto de transporte que el bus que compartió con sus hermanos purpurados.
Esa es la grandeza de mi iglesia católica… Y cuidado con malos entendidos es la misma grandeza del papado de Benedicto XVI. En dos días por décimo segunda vez tomare unos minutos el Viernes Santo para leer las hermosas palabras que el Espíritu Santo le dicto a p. Roberto que comienzan diciendo:
QUIERO QUE LA SANGRE DE CRISTO NO SE DERRAME EN VANO…
La alianza de los siervos de Jesús crucificado. Doce años espiritualmente son toda una vida. Cuando comenzaba el compromiso estaba seguro que no seria capaz de si quiera “cojear” dentro de esa senda. Por su misericordia, amor y gracia hoy miro hacia atrás y digo ¿cuantos recuerdos?. Puede que me equivoque pero, por FE creo que esta generación de cristianos tendremos el privilegio de ser testigos de un hermoso anhelo que esta incrustado en medio de la Alianza:
“Por amor a ti, Sión, no me quedaré callado; por amor a ti, Jerusalén, no descansaré hasta que tu victoria
brille como el amanecer y tu salvación como una antorcha encendida.
(Isaías 62:1)
“El camino de los justos es como la luz de un nuevo día:
va en aumento hasta brillar en todo su esplendor ”
(Proverbios 4:18)
Tengo que hacer un esfuerzo bien grande mientras escribo para impedirle a mis ojos sean visitados por las lagrimas… Que la justicia y la salvación de Dios sean manifiestas y poderosas en medio de este mundo globalizado que da mas crédito a lo que dice un contrato que al testimonio de un hombre justo es mucho más de lo que me hubiera atrevido pensar o soñar (Efesios 3:20)
La Salvación de Dios me recuerda al ejemplo que usa el padre Roberto cuando predica un retiro básico… Siempre al llegar el momento del bautismo en el Espíritu Santo hace la siguiente comparación: ¿como les explico a qué sabe el chocolate?. Es imposible explicarlo con palabras, el chocolate para conocerlo hay que experimentarlo. Yo esta Cuaresma y tiempo de pascua la he experimentado. La salvación de Dios. Dulce y suave sobre mi.
Todos los siervos de Jesús crucificado la hemos experimentado… Creo, desde que cada uno de nosotros hizo su alianza por primera vez, quedo marcado para siempre con ese encargo que es responsabilidad y don a la vez.
A las puertas del viernes santo 2013 elevo mi oración para que P. Roberto, Elbita, Mamaita y Oli, Angel y Emma, Irene y Samir, Jose Gregorio y Yelitza, Blanqui, Evelyn, Katherinne, Carlos Luis, Rodrigo y Osiris, Juan Jose, Carmen Rosa y Antonio, Ana Leticia y Mario, Houad y Karina, Alirio, Yuby y Alex, Marcos, Miriam, Marinat, Rainer, Yessica, Fatima, Augusto, Ysaida, Carlos y Omaira, Cheo, Liliana, Jesús Rafael, Dayana, Carmen Esther, Celimar, Rosario, Mama Blanca (desde el cielo), Wladimir, Miguel, Maria Teresa, Roseliz, Guillermo y Nulys, Luis, el padre Emilio y Cecilia, Macarena y Juan Jose, Edgard y Maryeli, Juan y Maria, Darwin, Alberto, Del Valle, Julieta, Marielena, Jamil y Mary, Edward, Gerardo y Yaneth, Gustavo y Mama Flor quienes compartimos tantas veces las palabras de la Alianza puedan en su corazón (si nunca leyeran estas palabras) sentir mi cariño, mi respeto, mi admiración y mis sincerisimas palabras de perdón si alguna vez, o muchas veces (sería mejor, decirlo así) no estuve a la altura del llamado que compartimos… Por las veces que trate de comprender y apoyar y no fue suficiente…
No sería digno del titulo de Cristiano si llamara a Jesús: Maestro y Señor e ignorar que dijo:
“Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro,
les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he puesto el
ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. (Juan 13:13-15)
Este año todos están en mi corazón, mientras el papa Francisco lava los pies a 12 presos en una cárcel romana… Yo hago lo que puedo: escribo un post para humillarme reconociéndome como el más pequeño de los siervos de Jesús crucificado que no puede hacer otra cosa que alegrarme junto a los que se alegran de compartir en nuestros cuerpos y nuestras almas los padecimientos de nuestro Rey. Y con todo, imposible dejar de preguntarme después de 12 años: Como pudo ser que un hombre amara tanto al mundo como para humillarse de tal modo frente a el???
Espero al estar allá arriba tener una tarde a solas con el Maestro. Sera de lo primero que le preguntaré!!!