Puedo?

Podría hablar noches enteras sin repetir una sola historia de mi servicio en S.E.A.S. (Servicio de Evangelización “Anunciación del Señor”)… Para mi y para muchos (sino para todos, verdaderamente) fue una Universidad espiritual.  No hubo curso propedeutico.  Entendí después, cuando llegue a la coordinación que el curso propedeutico se hacia en la sencillez, en la constancia y el anhelo por las cosas de Dios lo que te “ganaba” un cupo en ese privilegio… No pertenecer, sino ser considerado digno del llamado.  Hicimos con Dios todo cuanto El mismo nos proponía en oración… Servimos a Dios en cosas grandes pero especialmente en cosas pequeñas donde y cuando preferiblemente nadie mas que Dios nos estuviera viendo.  Unas horas atrás mi queridisima hermana en el servicio Ysaida interpretaba delante de las reliquias de Sta. Teresita del Niño Jesus de visita en la parroquia “La Asuncion y Santa Rita” en una hora Santa, el sentir de mi corazón: “PERDÓNAME POR NO HABER ESTADO MUCHAS VECES A LA ALTURA DEL LLAMADO”.

Una de las cosas que mas alegría daba a mi corazón eran los eventos “grandes”.  No por el brillo… sino por la logística y la oportunidad de conectar a muchas almas con Jesús.  Me encantaba pasar horas planificando situaciones, estudiando posibilidades, pensando innovaciones, organizando equipos de servicio.  Un evento bien especial para mi (porque era una fiesta al Espíritu Santo) se llamaba “RUAHPOLIS, la ciudad del Espíritu”. El primero de 5 o 6 que hicimos fue el viernes 26, sábado 27 y domingo 28 de agosto de 2005.  Recuerdo esa vez invitamos a varios ministerios hermanos a “servir” y “predicar” con nosotros.  Dias antes, en aquella, mi primera computadora portátil TOSHIBA SATELITE color azul recuerdo haber hecho la “credencial” para identificar a los servidores.  Conservo todos esos archivos como si fueran la bitácora de mi caminar espiritual de servicio.  Este era el distintivo:

Credencial

La imprimí en cartulina de construcción verde y las mandamos a laminar.  Perforamos un para de huecos en cada extremo y se la colgamos en el cuello a todos los servidores.  Así, todo el equipo de logística podría reconocer a alguien que podía entrar al salón sin la entrada correspondiente, tener acceso a las comidas que proveíamos para los hermanos o subir al escenario, etc.  Decía: “TODOS LOS ACCESOS” para dejarle a entender a los responsables de S.E.A.S. que esa persona podía moverse en todos los ámbitos propios del evento sin ninguna restricción.  Parece ahora mismo juego de niños pero me encantaba pensar que si el  éxito (“humanamente hablando” porque en el orden espiritual, lo que Dios hacia con nosotros, en nosotros y a veces a pesar de nosotros se perdía de vista) dependía entre otras cosas del orden en la logística, yo no quería dejar al azar situaciones durante los eventos que me hicieran preguntarme (o preguntarse a mis hermanos servidores): “Y ahora en esta situación, que hago?”.

Hay días que pienso mucho en que me voy a morir… no lo deseo, no lo procuro, es mas me he descubierto muchas veces orando al Señor por salud para aun disfrutar del plan que El tiene trazado para mi en este plano terrenal gestado en Su mente desde la eternidad.  Pero inevitablemente ese día llegara.  Nadie me creería si confieso que he pasado larguísimas horas pensando en como seria el día de mi muerte, en el plano terrenal y especialmente en el plano espiritual.  En lo que mas sueña mi corazón es (quiera Jesús que Su voluntad sea esa) cuando lo vea a El.

No pienso en un cielo de comiquitas… he soñado despierto con un cielo real, posible, “ALCANZABLE”.  Se ha alegrado mi corazón pensando en el gran abrazo que me daré con la gente que se me adelanto en el viaje hacia la Patria del cielo dejando en los que aquí quedamos esa mezcla entre contentamiento por la recompensa eterna y el egoísmo de haberlos querido disfrutar un poco mas.  He sonreído imaginando los atardeceres en el cielo, el canto de los ángeles (sonando en STEREO por Line Arrays invisibles de ADAMSON SYSTEMS).  Ese cielo es real.  A ese lugar yo aspiro llegar.  Cada vez que he tenido la oportunidad de ir a un concierto de algún cantante que admiro (de cualquier tipo ahora mismo no hago acepción entre lo secular o lo cristiano) de un tiempo para acá siempre experimento lo mismo. Si se trata de mi primera vez, luego de la excitación primera, al sonar la segunda o tercera canción pienso: bueno, ya lo vi!!! ya experimente lo que es escuchar en vivo a ___________ e inmediatamente mi pensamiento se dirige a Jesús y digo DE TI NO ME CANSARÍA NUNCA DE VERTE O ESCUCHARTE.

En mis sueños “despierto” siempre hay una puerta, no  es restrictiva sino mas bien “auto-inventada”.  Yo mismo la concibo.  Detrás de esa puerta en mis sueños se que esta Jesús.   Paso mucho tiempo imaginándome como sera cuando la puerta se abra (o yo me atreva a abrirla).  En muchas de las veces me veo delante de la puerta sosteniendo la “credencial” una parecida a aquella cartulina verde que hice colgar (y me colgué yo también) de aquel Ruahpolis hace 8 años.  No se de que estará hecha… puede que de pequeños actos de amor.  La verdad, estando en el cielo ya no tendrá sentido discutir si la fe o las obras.  El caso es que todos allí llevaremos la nuestra que dirá como en aquella que yo hice “TODOS LOS ACCESOS”.  Acceso incluso para quien esta detrás de la puerta.  No pienso en como sera Jesús… me prohíbo imaginármelo porque cualquiera que fuera mi standard en comparación a quien verdaderamente es, seria como concebir una mota de polvo al compararla con la catedral de St. Patrick de New York.

No se como sera El… pero si pienso en lo que yo haría.  Cuando este cerca, con mis brazos le haría entender que quiero recostarme en Su pecho y le diria: PUEDO?

Se sonreiría y me diría VEN…

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